NECESIDAD DEL DISEÑO
El diseñador gráfico a menudo se topa con la idea que tiene mucha gente de que el diseño es una actividad artística.Y, que cualquiera que tenga un poco de habilidad para el dibujo o para manejar el ordenador, puede diseñar. Pues no, el diseño gráfico es un servicio, no es arte.
Y en realidad, esto no siempre es así, porque el diseño NO es arte, si bien se le parece un poco porque trabajamos con la estética y la gente dice que hacen «cosas bonitas».
El diseño gráfico es un servicio que resuelve un problema o una necesidad. Como lo resuelve un abogado, un medico o un profesor… Un servicio para el cual un diseñador gráfico se ha formado.
Por supuesto que cuando voy a ver a un abogado yo puedo opinar y, luego de contarle mi problema al profesional, tengo todo el derecho de preguntar, dar mi punto de vista, estar en desacuerdo con la línea de trabajo que elija desarrollar el abogado. Pero siempre desde un lugar de humildad y respeto, ya que estoy en presencia de alguien que tiene mucha más información que uno sobre su profesión.
Pues lo mismo ocurre con un diseñador gráfico, con un médico o con el mecánico. El diseñador tiene mucha más información que el cliente sobre la forma de satisfacer su necesidad.
Por supuesto que cuando voy a ver a un abogado yo puedo opinar y, luego de contarle mi problema al profesional, tengo todo el derecho de preguntar, dar mi punto de vista, estar en desacuerdo con la línea de trabajo que elija desarrollar el abogado. Pero siempre desde un lugar de humildad y respeto, ya que estoy en presencia de alguien que tiene mucha más información que uno sobre su profesión.
Pues lo mismo ocurre con un diseñador gráfico, con un médico o con el mecánico. El diseñador tiene mucha más información que el cliente sobre la forma de satisfacer su necesidad.
Reconocer la necesidad es la primera condición para diseñar
El trabajo de un diseñador gráfico cuando desarrolla un logotipo para una empresa por ejemplo, encierra mucho más que ponerse a dibujar o a probar letras y colores.Diría que eso es un 50% de todo el proceso. El diseñador antes de comenzar a plasmar ideas, debe primero conocer el problema y el objetivo del cliente. Y para esto debe informarse.
Adentrarnos a la cultura del receptor facilitará el reconocimiento de su contexto, su lenguaje y su estilo de vida. Así podrémos dirigir nuestros diseños y darles sentido.